Hoy la hostelería salmantina está de luto.



Ha fallecido Pedro Rogelio Fraile Morín, "Perico"  para todos. El que fuera propietario del Restaurante El Albero, en la carretera de Béjar, nos ha dejado hoy tras una dura lucha contra el cáncer.

Su restaurante, centro de encuentro de toreros y artistas de la talla de Antonio Canales o Extremoduro, ha sido un enclave mágico que quedará en la historia de nuestra ciudad como algo irrepetible.

Como su sobrino adoptivo, no puedo contener las lágrimas mientras escribo esta triste noticia.

Todos recordaremos llegar a comer a tu casa, nuestra casa, y salir de allí de madrugada, al calor de la lumbre. Los debates taurinos, las guitarras, el jolgorio y tu cocina espectacular. A tu vera, nunca ha habido pena.

A nivel personal, jamás olvidaré los viajes y experiencias que hemos compartido —miles—, la confianza que siempre depositaste en mí y el orgullo que sentías cuando trabajábamos codo con codo en los fogones. Y, por qué no decirlo, esas mil pelas que nunca me faltaban en el bolsillo cuando era un niño.

Te voy a echar mucho de menos, pero siento serenidad porque creo que hice todo lo posible para hacerte feliz a lo largo de todos estos años; sobre todo en los últimos, los más complicados.

Dale un beso muy fuerte a mi padre, a Eli, a Alfonso y a todos los que ya estén con los toros del sol.

Muchas gracias por todo.

Daniel Pedraz