El pasado miércoles tuvimos la suerte de vivir una experiencia gastronómica excepcional en el Restaurante La Recuela, en Cabrerizos (Salamanca), donde los protagonistas absolutos fueron los productos de Angus Dehesa de Alba. Una jornada pensada para ensalzar la calidad de esta carne premium, que nos sorprendió gratamente en cada bocado.

Arrancamos la velada de forma distendida en la barra del bar, donde pudimos degustar una selección de salchichón, chorizo y cecina de Angus. Tres productos con mucha personalidad, que destacaban por su intensidad de sabor y una textura que habla de la excelente materia prima con la que están elaborados.

Después del aperitivo, pasamos al comedor para continuar con los platos fuertes. El primero fue una mini burguer de Angus con cebolla caramelizada y tomate: jugosa, sabrosa y con un equilibrio perfecto entre dulzor y carne. Una delicia en formato pequeño que nos dejó con ganas de más.

El siguiente plato fue un montadito de filetes de buey de Angus,  aderezado con un majado especial de la casa a base de vino manzanilla. El resultado fue simplemente espectacular: la carne, tierna y con sabor profundo, combinaba a la perfección con el punto aromático del majado.

A continuación, llegó el momento más esperado: entrecots y chuletones de Angus, con una infiltración de grasa ideal que les daba un sabor profundo y una jugosidad increíble. El tacto en boca era mantecoso, y la carne se deshacía dejando una explosión de matices que nos asombró a todos los presentes.

Nuestro CEO, Daniel Pedraz, tuvo el privilegio de estar junto a la parrilla durante la preparación y nos contaba que “el aroma que desprende esta carne mientras se cocina es tan irresistible que empiezas a salivar inevitablemente”. Y no podríamos estar más de acuerdo.

Los platos principales estuvieron acompañados por tomates frescos y una exquisita ensalada de maruja y naranja, que actualmente forma parte de la carta de La Recuela. Todo ello aliñado con AOVE de MC Oliva, que también tuvimos ocasión de probar por primera vez y que nos conquistó con su sabor equilibrado y su calidad evidente.

Para cerrar esta experiencia redonda, disfrutamos del clásico pijama de postres caseros, donde destacó sin duda la tarta de queso. Cremosa, intensa y perfectamente equilibrada, fue el broche dulce perfecto a una jornada memorable.

Angus Dehesa de Alba y el equipo de La Recuela nos ofrecieron una experiencia difícil de olvidar, con una carne de altísima calidad, una cocina honesta y cuidada, y un ambiente acogedor que nos hizo sentir como en casa. Sin duda, una combinación ganadora para los amantes de la buena mesa.

Autor: Recetas Explicadas